sábado, 1 de julio de 2017

AGUA FRESCA

… aunque sea más que un vaso de agua fresca.
(Mt. 10, 37-42)


No hay seguimiento en el Camino
sin la aventura de la cruz.

Aventura que es
adhesión radical al Maestro
al tiempo que saciamos la sed
de los hermanos.

Nuestra escritura de propiedad pasa
por encima de padre o madre,
de hijo o hija…
Es hacernos dignos del Nazareno,
en clave universal,
sin excluir las venas del corazón.

Perder la vida por el Crucificado,
en nuestros hermanos,
es ganarla en plenitud.

¡En ese Camino,
encontramos la humanidad de Dios!

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