viernes, 25 de noviembre de 2016

NAVIDAD, NO


Ante la prohibición que ha impuesto el Colegio Público Hispanidad de Elche, que cunda la paz, y con ella (¡perdonen mi ironía!) ese “sentido común y pedagógico, por demás, en pro de la libertad y de la convivencia escolar... Sí, y que el laicismo de moda triunfe para que desaparezca nuestra fiesta entrañable de la Navidad que desde hace más de 18 siglos viene celebrando millones de seres de todos los tiempos. Que en nombre de la “tolerancia educativa” desaparezcan todos los belenes de todos los colegios y ciudades, que desaparezcan todos los conciertos de villancicos y demás actos culturales y todos los días festivos de Navidad, que desaparezca toda la alegría que derrochan los encuentros familiares en torno a la Navidad. Que desaparezcan todos los esfuerzos en pro de la reconciliación y de la solidaridad de tanta gente con motivo de la Navidad,… y –por qué no- que desaparezcan también todas las pagas extraordinarias por mor de la Navidad.
Tal prohibición del Colegio Público Hispanidad de Elche, quiere, pues, ocultar el hecho religioso que predica la Navidad y que hermana a tantísimos pueblos del orbe... ¿Navidad, no?  Será, tal vez, para restablecer la adoración al sol en su solsticio de invierno a imitación de los ancestros de nuestro planeta, sean aztecas, incas o romanos.
Esta prohibición que corre su tinta sobre algún colegio más, atenta contra la libertades religiosas y educativas, derechos recogidos en la Constitución Española y en la Declaración Universal de Derechos Humanos:

“Toda persona tiene derecho a la libertad de manifestar su religión o creencia, individual y colectivamente,tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia”. (Artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos) 


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