El mes de julio termina y nos deja agrio
sabor de boca para seguir viviendo el verano. Nos está dejando “achicharrados”
por fuera y por dentro… del corazón. Mirad, si no…
1.
Muerte de VICTOR BARRIO en la arena turolense, empitonado
por “Lorenzo”. Fatídico 9
de julio. Su muerte ha alimentado la depravación de una ralea
ensañada, como si de un vomitorio se tratara. El derecho a la libertad
de expresión se ha convertido para algunos en un absoluto para justificar
escarnios de todo tipo. Desfogan
sus cobardías en el anonimato. Lo dejó bien dicho Forges en “El País”: El odio en las redes es el gimnasio de los
verdugos. A pesar de ese medio centenar de mensajes de animalistas
antitaurinos incitando al odio con mensajes infames contra Víctor Barrio, por ser
torero, y su mujer; a pesar de los bárbaros exabruptos en redes sociales destilando bazofia… A pesar de
todo, descansa en paz, torero, que siempre habrá gente buena que se encargará de hacerte inmortal. ¡En toda ética!
2. Nuevo eslogan publicitario SPAIN IS DIFFERENT. Estamos ante
una travesía política por el desierto o una nueva tanda de penaltis… o una pérdida de
vergüenza, ¡así de claro! Los políticos siguen jugando peligrosamente a
las líneas rojas por entrar, a todo trance, en la gobernabilidad de este país
que terminará siendo ingobernable… ¿Terceras elecciones? Se sienten “mandatarios” por
herencia y no se han enterado aún de que son unos interinos que caducan cada cuatro años. Y
menos aún se dan cuenta de que en menos de un año casi ¡390 millones de euros!
corresponderán al coste total de las
tres citas electorales. ¿Seguirán tirando penaltis indefinidamente? ¿Sobreviviremos
a la farsa? El afán de poder embriaga como la peor de las drogas sintéticas.
Mientras tanto esta noria chirría, habrá que recordarles algo del
romance satírico de don Francisco de Quevedo: Ahíto me tiene España, / provincia, si antes feliz, / hoy tan trocada,
que trajes / cuida y olvida la lid.
La situación se enquista más y más, buscando complicidades
al tiempo de usar el truco de la margarita: sí, no, sí, no, sí, no… Las élites alardean
de municiones, en lugar de tender manos de lealtad y solidaridad, de equidad y trabajo
coordinado. Es decir, altura de miras y asunción de sacrificios para que la
legislatura eche a andar, por fin... ¡¡Que
nuestro país está haciendo el ridículo ante el mundo!! Por falta del sentido común que sobre la “piel de toro” es el menos
común de los sentidos de nuestra élite política.
3. ¿UN RESPIRO? Hace unos días que por primera vez, miembros
de la coalición abertzale EH Bildus apoyan con su presencia un acto de homenaje
a Miguel Ángel Blanco, víctima del terrorismo etarra. ¡Todo un símbolo! Pero la
noble ciudadanía está muy escaldada, como para confiarse demasiado, cuando
todavía la coalición no ha hablado de entrega de armas, ni de la disolución de
ETA, ni de la condenación del historial criminal de ETA. ¿Tratarán de blanquear
su pasado con estos gestos, a primera vista bien gratificantes?
4. TURQUÍA. Chapucera y lamentable ha sido la
sublevación militar e inconstitucional, además, por violenta. Ahora, inquietante
es ver cómo Erdogan pretende querer
sacar tajada para sus intereses dictatoriales mediante la imposición de medidas
drásticas, como la vuelta a la pena de muerte, y con hambre de aplicarla bajo aclamación
popular.
El golpe de Estado ha fracasado. Los militares sublevados han
aguardado demasiado tiempo, para derrocar la dictadura enmascarada y la reislamización solapada
y ambicionada por el propio de presidente turco,
bajo la contestada "legitimidad democrática". Ahora sus represalias
no cesan: detenciones masivas de civiles y militares, clausuras de escuelas y
universidades privadas supuestamente vinculadas al alzamiento militar…
5. NIZA, BAVIERA, … Suma y sigue
la descarnada brutalidad. Pánico y confusión. El Daesh, acrónimo peyorativo en árabe del
grupo yihadista, ha asegurado que sus atentados están llamados a responder a
los países que combaten el terrorismo en Siria e Irak. Y Francia, un país prácticamente blindado en total estado de
alerta y con decenas de soldados desplegados, se ha convertido en una gigantesca diana del
odio, que se abre como en paraguas, hacia otros puntos de mira, Alemania,
España, Inglaterra... Una vez más, la ideología fanática del Estado Islámico
lleva a cometer atentados indiscriminados con su única intencionalidad, la de
la muerte y el terror contra la multitud de a pie, buscando provocar el máximo
impacto en nuestro suelo europeo.
Toda masacre yihadista responde a esta consigna de
hace más de dos años: “Levantaos, monoteístas, y defended vuestro Estado desde
vuestro lugar de residencia, donde quiera que esté. Atacad a los soldados de
los tiranos, a sus policías y sus fuerzas de seguridad, sus servicios de
inteligencia y sus colaboradores”…
Nuestra
tentación, al asomarse este verano tan “caliente”, de guerra globalizada y sin
tegua, es gritar de la mano de Groucho Marx: ¡Parad el mundo que me bajo! Arde Europa, con España incluida. Una Europa que ha de ser refugio de
la inmigración desde la perspectiva de los derechos humanos, la Europa de los
ciudadanos, no sólo de sus líderes, capaz de superar los populismos, la Europa
de la libertad, la igualdad y la solidaridad. ¿La esperanza es lo último que
debe perderse? Así sea… ¡y más mirándonos en el espejo de nuestra sufrida
España!
