jueves, 27 de febrero de 2014

PACO DE -ANDA-LUCÍA


Conocí  a Paco de Lucía de sopetón, allá por los años 80, al bajar del avión en Lyon. Y así de sopetón, inesperadamente, nos dijo adiós en Cancún. El planeta llora, empezando por el barrio de La Bajadilla de Algeciras hasta allende los mares y las tierras...
Su vida y su gloria han estado ligadas a las seis cuerdas de su guitarra flamenca, desde su tierna infancia. Conquistó aplausos y  premios desde niño, desde los 6 años.  La influencia familiar y de los grandes flamencos, amigos y maestros,  le marcó definitivamente. Su radicalidad musical se fue encarnando en el montón de sus discos y premios y en la memoria de cuantos le hemos seguido... Fue un revolucionario maestro del más bello flamenco, hasta el punto de combinarlo con otras músicas y otros estilos, acercándose certeramente a la música clásica de raíz española y a ritmos, como el tango, la salsa, la música árabe, el rock, el jazz… En 2004, fue merecidamente distinguido con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y con el Grammy Latino al mejor álbum de flamenco.
Entre dos aguas, en 1974, fue la rumba  estrella que, años más tarde, me inspiró crear el espacio radiofónico en radio Fourvière de Lyon (ciudad entre dos ríos).  “Entre dos aguas” sirvió de deliciosa sintonía durante muchos años, en el marco de la Misión Española.
Desde “mi bancal” quiero rendirle mi modesto homenaje, improvisado poema, a la grandeza de quien supo izar la bandera de nuestra tierra sobre lo más alto del planeta que llora su ausencia. Y sobre la Andalucía que canta a su fiesta “nacional”, marcada por el luto. ¡Paradoja de la vida!

NO TE VAYAS LEJOS

Hermosa la guitarra "de Lucía",
señora y flamenca como tú, Paco. 
Todo expresabas con la fantasía
de seis cuerdas y dedos alocados
al dictado de tu magia bravía.

Llora el planeta tu ausencia de guía.
¡Quién suplirá este triste desembarco!
Destrozada queda tu Andalucía.
¡Quién secará de lágrimas el charco!
Nadie suplirá tu soberanía…

¡No te vayas lejos de nuestro marco,
hermano amigo, Paco de Lucía!


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