sábado, 22 de febrero de 2014

PERFECCIÓN

….sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.
(Mt. 5, 38-48)


Desde que el mundo es mundo,
Dios envía el sol sobre buenos y malos.
Su lluvia, sobre todos los campos.

Su encarnación destila ternura,
rompiéndose en amor
hasta lo irrazonable.
Así,
en la traición del amigo responde con la amistad,
en la cumbre del dolor ofrece el perdón,
se queda sin aliento en busca de la oveja perdida,
el  mejor traje es para el hijo de la mala vida…

Así,
amar al que alimenta odio a diario,
perdonar a quien goza en la ofensa,
acoger a quien deserta como un malvado,
poner la otra mejilla,
rezar por quien nos hace el daño…
Maestro,
¡Demasiado alta has puesto la cima!
Tras veinte siglos de andadura,
tu mensaje sigue siendo nuestra asignatura pendiente,
de hoy,
de ayer,
de siempre.

Si la fiebre de amor
se mide por la capacidad de perdonar,
si tu llamada a la perfección,
exige amar al enemigo,
aúpanos Tú mismo a esa cima,
que para nosotros resulta inaccesible.

¡Amén!


No hay comentarios:

Publicar un comentario