domingo, 10 de febrero de 2013

REMA


Rema mar adentro…
(Lc. 5,1-11)



Pedro, Santiago, Juan,
pescadores de Galilea,
en medio de barcas y redes, de orillas y mar adentro,
os sedujo el Maestro, contra toda lógica,
tras la redada imprevisible de peces...
 
En su palabra,
remasteis mar adentro y echasteis las redes
de nuevo.
El resto os vino de sus manos. 
           ...
 
Permanecer varada mi barca en la orilla,
turbada en sus propios miedos,
engañada por las ráfagas de la vida,
instalada en las rutinas de los egoísmos,
                   es condenarla a la frustración
                   de no gozar la suerte de la pesca abundante.

A vuestra vista, mi barca
ya puede toparse con los inesperados temporales
de cualquier lago,
ya puede el agua hostil de este mundo anegarla,
ya puede sufrir el fracaso de toda una noche sin pescar...
                 que, si el Señor está a bordo,
                 la redada de peces es segura.
 
Enseñadme vosotros, curtidos del Tiberiades y
pescadores de hombres,
a fiarme del Maestro.
 
                 Y en su palabra echaré siempre mis redes.
                 Confiadamente.

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