sábado, 31 de diciembre de 2011

AÑO NUEVO


Señor, has venido,
y te cantamos villancicos.
No faltan luces ni guirnaldas
entre el buey y la mula.
En tu portal nos encontramos muy a gusto.
Hasta nos sentimos más hermanos.
Pero por otros años sabemos
que la carrera del tiempo
nos hará sus nuevas jugadas…


Señor, sigue viniendo a nosotros.
No te adormezcas en tu pesebre,
como algún día
sobre el cabezal de la barca de Pedro.
Sigue siendo nuestro anfitrión,
vecino de nuestras nuevas penas,
de nuestros nuevos errores,
también de nuestras nuevas alegrías…


Que siempre amanezca tu sol
sobre los posibles nubarrones del año nuevo
que hoy inauguramos
Que tu luna clara no deje de alumbrar la oscuridad
de nuestras noches,
a pesar de nosotros.


Sólo así nuestra esperanza,
que llevamos en vasijas de barro,
no se romperá.
¡Cuida, Señor, nuestra arcilla
                                    de año nuevo!

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