miércoles, 30 de noviembre de 2011

ARTE

A Juan García Pedraza,
amigo del pincel y mío,
inmenso universitario.


Silencio de hierro y plata
que  vaga
por la paz de sus lienzos
donde sestean blasones
de poesía, música
y sentimientos.

Pirueta apilada de luz
innata,
concitando arte, honorario
de vida,
égloga diluída
en su paleta
entre óleos y acuarelas.                    

Temor y fascinación, arenga
cromática,
escorzos, texturas, fugas
en el  espacio envolvente
del pastel,
cual vistosa grulla.

Epopeya virtuosa en pigmentos
de agosto festero 

y éxtasis de policromía,
fuente  que no se agosta,
ni en masas
ni en líneas.
                                                     
En el arriate                                                
soy gleba de su pincelera
estudiosa sobre el caballete
de armonía que es magia,
sublime ardentía.                         

La llama de su arte,
con orgullo,
sobre el lomo del carboncillo,         
de la plumilla,
también arde.

¡Arte suyo,
              su arte!…



No hay comentarios:

Publicar un comentario