viernes, 19 de abril de 2024

OPERADORES DE MERCADO

 


¿Ha comenzado el desguace?  ¿La franquicia ha sido saldada en la escena política? Los “dramaturgos” de turno ya están a punto de arriar definitivamente el telón tras el ensayo teatral interpretado on line desde Waterloo... No diré que España “se está acabando”, parafraseando a Scout en “Matar a un ruiseñor”, pero hondamente sensible a la repercusión nacional, sí diré que se está amputando lentamente la democracia en España.

Arietes ubicados en diversos puntos cardinales de nuestro país juegan a derribar el Estado de Derecho huyendo del “dispensario de salud” que es nuestra Carta Magna. Nuevos repuntes de la agresividad sociopolítica  ya casi llegan a emular  los enfrentamientos civiles de nuestra triste historia un tanto lejana, aunque no desgraciadamente olvidada. ¡Gracias que las Fuerzas de Seguridad se mantienen unidas bajo el mando común de un Rey con gran sentido de Estado y un Servicio judicial en su mayoría conscientemente imparcial!

Cierto que en nuestro país hay más problemas que Puigdemont y una amnistía que sigue marcando la agenda política, ¡increíblemente! Sí, en España la sanidad, el agua, el paro, la educación, la vivienda y muchos etcéteras son razones inquietantes para vivir preocupados, pero todo ello no deslegitima la lucha por la "lealtad constitucional” tan denostada desde el chantaje vil que vienen sufriendo nuestras instituciones democráticas. El problema está más allá de la anécdota de un fugado de la justicia pautada sobre el escenario de la consciencia histórica. ¿Habrá “barra libre” para los desertores, habidos y por haber, de la unidad constitucional, y,  por ello, de la convivencia nacional?

No quisiera ser la palabra que nunca debí pronunciar en el lado más cruel de la vida sociopolítica de nuestro país: ¡Estamos condenados al desastre!  Pero en la jungla parlamentaria se eternizan las mentiras o sus eufemismos, “los cambios de opinión”. El viento favorable no lo acusan quienes no quieren –o no saben-  remar al unísono… Un velo sutil envuelve la embarcación, mientras la esperanza ante la incertidumbre sociopolítica se muestra cosida al dolor de cada día de tantos  “españolitos” desbordados por el paro, la inflación, la problemática agraria, el proceso a las mafias que trafican en nuestros mares,  las deficiencias de la sanidad pública… y todo en medio de un panorama trágico de desolación y hambre, bajo misiles y drones mortíferos.

El grave deterioro institucional de nuestro país sigue su proceso de incubación  en la propia bancada azul que le lleva a “levantar muros”, metabolizando los nutrientes políticos a golpes de mentiras y compensaciones  desleales, con peligro de recrear las dos Españas de otro tiempo, el más desgraciado que ha conocido nuestro país. ¿Tragedia?  Se ve a un gobierno con “respiración asistida”, escudándose en  insultos a jueces y magistrados: ¡cacería de jueces! Y hasta, últimamente, hemos asistido a la incongruencia ética de un presidente que, liado a sus preocupaciones electoralistas gallegas y otros afanes propagandísticos,  no ofreció ni un minuto de silencio por los dos muertos en el mar andaluz del honor y el trabajo. O acosado por los delirios independistas de un  prófugo que se autoproclama  “exiliado de la opresión” y que ya prepara maletas para volver victorioso a bordo (¡tal vez!) de un Falcon.

Lo cierto es que nuestro país atraviesa una de las crisis  más profunda de su historia… Desde la disensión se puede, y se debe, defender las propias ideas hasta el hartazgo  y con pasión, pero nunca abrigando la pretensión de “vender  la piel de toro por un plato de lentejas". ¡Dichosos votos! No sería descabellado obligar a más de un político a someterse  a una sesión de psicoanálisis social.

Urge, pues,  salir de esta fase parlamentaria agónica y evitar que “los locos guíen a los ciegos”, según  Shakespeare en  “El  Rey Lear”. ¿Qué hacer ante el acoso a nuestra Carta Magna que nos focaliza la vida?  Últimamente estamos asistiendo a la debacle del más elemental sentido ético de la política. ¡Trama rusa incluida!

Por higiene democrática y decencia política no entro en demonizar a nadie antes de que la Justicia dé su veredicto. Pero el seísmo del caso Koldo hace tambalear la "chaise politique", a pesar de que los presuntamente corruptos traten de atrincherarse en la denuncia de  “huellas” en el bando opositor,  envenenando, con la falsedad que les caracteriza,  la convivencia social.

Me siento en desafección ciudadana, agazapado entre la crispación reinante. No pretendo dramatizar ni enredarme en polémicas inútiles, sino servir de altavoz de la calle. El “puzzle” nacional no goza precisamente de buena salud. Las piezas no acaban de encajar para surtir el efecto gozoso de una sana convivencia. Aunque de ningún modo  son desechables. Todas las piezas del puzzle son indispensables.  Pero obligadas a pasar por una metanoia política engarzada en la verdad sincera y en el deseo de lastrar los sentimientos adversos. Todos debemos de  contribuir al bien común, como aspiración nacional. Y, en concreto, los políticos deben sentirse fieles administradores de la democracia, y no simples operadores de mercado.

domingo, 31 de marzo de 2024

RECORDATORIO

 

Domingo de Ramos. Mc 11,1-10

El Maestro empieza con signo triunfal. Memorial de una muerte necesaria. "Conviene que un hombre muera por el pueblo".  Jesús evoca la profecía de Zacarías, cruzando los umbrales de la ciudad santa, montado sobre un asno. El enviado humilde de un Dios cuyo poder es el amor. ¿Reivindicación mesiánica? ¿Provocación? ¿Canto a la no-violencia a pesar del sangrante compromiso con los perseguidos por ser justos, con los limpios de corazón, con los misericordiosos, con los hambrientos y sedientos... 

Lunes santo. Juan 12, 1-11

Jesús en Betania, casa de Lázaro. Su hermana María unge los pies de Jesús, como premonición de la muerte del Señor. Protesta interesada de Judas. No tenemos a Jesús físicamente, pero tenemos a los pobres que son su  imagen viva. Hemos de ungir con aroma de amor sincero a los más débiles de nuestra sociedad.  Sentido testimonial de la Gran Semana.

 Martes santo. Jn 13, 21-38

Traiciones, abandonos... Judas, Pedro, el resto de los discípulos.  Se acerca la cruz y con ella la muerte. Máximo servicio, máximo amor. Y máximo distanciamiento nuestro. Nos va más las liturgias y el folklore, y menos el Evangelio. Nos va más las "perras" en los bancos, que en las manos de los nazarenos necesitados. Nos va más el apego a los "poderes", que nuestro abrazo radical a la Cruz.  Confiamos más en nosotros mismos, que en Él. Tenemos muchas "capas", que nos hacen impermeables a su gracia...

Miércoles Santo. Mt 26, 14-25

Treinta monedas de plata. Ceguera espiritual. La traición es cuestión de conciencia paulatinamente deformada. Nos obstinamos en nuestro propio Yo...  "Uno que puso la mano en mi plato": la infidelidad perseveró hasta el fin.  ¡Treinta monedas!... Por "menos monedas" aún traicionamos hoy a Jesús los cristianos cuando nos acurrucamos a la sobra de los templos y sus guardianes, descuidando las periferias donde aguardan desde siempre los verdaderos "templos humanos". No sabemos o no queremos discernir.

Jueves Santo.  Jn 13; I Cor. 11, 23-26

Mi vida irrumpe en la vida de Jesús. Es la llegada del Reino. Si hay algo que contagia de verdad es el entusiasmo por su Palabra y el Pan partido entre hermanos... También, agua en la jofaina y toalla ceñida, ¡para tener parte con Él! No hay otro camino. Servir. Y compartir el Pan y el otro pan. Y amar como Él.  Solo así somos pasión por Dios y entrega sin reserva a todos. En la Cena, Jesús  se reafirma en su decisión de ir hasta el final. Fidelidad al proyecto del Padre. "Haced esto en memoria mía" Nosotros nos reafirmamos en nuestra opción de caminar sobre sus pasos. Abandonar en sus manos nuestra vida para intentar vivirla hasta las últimas consecuencias... Los signos del pan y el vino condensan la hondura de su fidelidad al Padre. ¡Y la nuestra!

Viernes Santo. Jn 18 y 19.

Traicionado. Y nueva oportunidad: ¡amigo! Pero Judas, perdido, no lo entendió. Se hundió en su propia seguridad. Mientras... el Cordero fue llevado al matadero: "Padre, ¿por qué me has abandonado?"  El Profeta fracasado. Dios no lo libró del dolor ni de la muerte... Y se dispersó el rebaño. En el silencio de todo dolor, Él va por delante. Para eso vino: para bajar a la profundidad de nuestras miserias. He ahí la clave. Jesús no fue ajeno al dolor humano. Misterio. Dios callado y escondido en medio de la fidelidad del Hijo nazareno. "Conviene que un hombre muera por el pueblo"... "Padre, en tus manos pongo mi espíritu". Y dicho esto, expiró. ¡Hasta las últimas consecuencias!... Argumento definitivo a favor del amor. Y alcanzó la plenitud. "Sé de quién me he fiado".

Sábado Santo. Jn. 19, 38-42

El velo del templo se rasgó... como el alma de María. Y Él, en el sepulcro nuevo de Arimatea. La Nazarena, rehén de la soledad, nos acompaña en esta infinita soledad del mundo... Pero su soledad no es silencio cómplice. Su corazón late tras la piedra mortuoria, como ayer al pie de la Cruz. Fue también su hora. Esperanza en la Luz nueva, mientras el corazón del mundo vive expectante. El grano de trigo que muere da mucho fruto... Un proceso de novedad anunciada se está gestando. ¡Confianza! La vida se encuentra cuando se pierde por los demás. Misterio de Abbá entregando a su Hijo. Y María asumió el dolor.  Su mirada en lágrimas es luz en nuestro camino. El sentimiento nazareno de orfandad  es plenitud de vida. Nada está perdido: "al tercer día..." ¡Su promesa! Y Ella a nuestro lado, apretando nuestra mejilla. "Mujer,  aquí tienes a tu hijo".  

 

Domingo de Resurrección. Mt. 28 


La noche no ha podido contenerse, toda la oscuridad se rompió con su Luz. La muerte ya está muerta. Todo se ha cumplido. El sepulcro vacío ya no habla de ausencia, sino de Vida. Compromiso y misión. La Pascua reemplaza la angustia por la certeza de la resurrección. Ya, por fin, la muerte no tiene la última palabra, a pesar de la fragilidad humana, del sufrimiento, de la enfermedad, del horror a la pólvora y a la guerra, a la tortura, al exterminio, al hambre... ¡Crueldad, y todo crueldad!  Tomamos fuerzas en Él, devuelto a la Vida. A la esperanza. Al coraje. ¡Cristo ha resucitado! Hoy resuena en todo el mundo que "la piedra" ha sido removida definitivamente. El fin de travesía inhumana da paso a la esperanza de una comunidad nueva, de horizontes nuevos. De infinita expectativa: ¡No está aquí, ha resucitado! Cambiamos el luto en danza. Aleluya, lo encontraremos en la Galilea de todos los tiempos. En la “periferia”,  junto al pobre sin techo, sin trabajo, sin tierra. En la vida dura de tantos hermanos, lastrada por tantas caídas. Él está ahí, tras su aparente fracaso. ¡Él vive, aleluya! Nos invita a asumir el reto: "Id por todo el mundo…"


viernes, 12 de enero de 2024

UN REGALO DE REYES

 

Huétor Santillán es uno de esos pueblos que “crean historia”, a pesar de los imponderables que conlleva la vecindad humana. Escuchar los latidos del pueblo es un ejercicio metabólico de gran salud. Así, Huétor Santillán es un inmenso activo de la cultura, no hay más que recordar la abundancia de asociaciones que llenan de actividades la vida del pueblo, empezando por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento con su “pabellón de proa”, la Biblioteca Municipal comandada por Mariángeles Cabrerizo. “Hacen pueblo” los grandes de la literatura, la pintura, la música, la medicina, el teatro,… hueteños que residen unos en el mismo pueblo y otros en la “diápora”. Y, por supuesto, sin olvidar a otros grandes trabajadores del campo, la carpintería, la restauración y tantos otros… Así se explica la digna lucha por las alternancias políticas en tiempos electorales. Y es que, lejos de caer en un “chovinismo” fácil, ser presidente de un municipio como el de Huétor Santillán implica mucho honor. Es lealtad reconocerlo.

En lo que respeta al equipo de Salud de Atención Primaria es de nobles señalar la exquisita deferencia de sus profesionales: María Casado, médico de familia, así como Cristina Martínez, ATS y Carmen Castro, administrativa. Las tres, en su exceso de responsabilidad, son una garantía integral para quienes formamos la ciudadanía hueteña.  Pero la “perspectiva” interdisciplinaria-sanitaria adolece de inmensas sombras. Y es que cuando los agentes de nuestra Salud Primaria comienzan a conocer nuestras patologías ya diagnosticadas, son trasladados a otros consultorios sin llegar a tener tiempo suficiente para empatizar con todos los pacientes hueteños. ¡Un grave error de la Sanidad Pública! No hay derecho de que la autoridad sanitaria, autonómica o estatal, se muestre tan alejada de la concepción pedagógica y psicológica que demandan los problemas de salud de las personas sometidas a diferentes diagnosis. Así llevamos años. Los procesos “rotatorios” de la Salud Pública va contra el derecho social, inherente a toda persona que necesita un “tiempo estable” de dedicación personal. La composición de un equipo de salud de Atención Primaria debe ajustarse a las características concretas de la comunidad que atiende… Termina un año con este inmenso hándicap sanitario y comienza otro nuevo, 2024, que debe suponer con urgencia una toma de conciencia precisa por parte de  nuestras autoridades sanitarias.  Esperamos que sea un buen regalo de Reyes la permanencia por unos años de las tres grandes profesionales que en estos últimos meses hemos tenido la suerte de conocer.

sábado, 23 de diciembre de 2023

BALADA DE NOCHEBUENA

Noche de Navidad. Noche de estrés,
día a día.  
Noche de palabras vacías,  
Noche de serpentinas heladas,
frías como estrellas jugando con la nieve.
 
Mientras…
Escalofrío ante los rugidos de las bombas,
ante el griterío de los hambrientos,
de  los sedientos.
Noche que silencian todos los ayes
de los hospitales, de los cayucos, de las prisiones.
 
Celofanes ingenuos y mentiras envueltas
en los consumismos idólatras,
eslóganes  compitiendo sobre el asfalto
humano…  
¡ante tanta conciencia dormida!
 
Mientras…
Entre codazos de gente veo a Manuel
“el Barbas”,
cabeza abajo, colilla entre los labios,
ropa a jirones,
y la mochila vieja en el dorso desgarrado.
 
Hombre bueno obligado a aunar
sus pasos sucios con los atajos
más mugrientos aún
de quienes llenan sus arcas
con la malicia del dinero.
 
Mientras…
Yo,  perdido en el tráfico, veo
faros anónimos gritándome por detrás...
¡Ay!, tengo que acelerar, sin paz.
Noche de prisas, sí, como todas las mañanas,
como  todas las tardes de luces prestadas.


“El Barbas” quedó atrás con su silencio,
el  viejo pasamontañas moruno,
la colilla ya apagada entre los labios,
los calcetines raídos de tanto caminar
por los helados fangos.

Mientras…


En el escaparate, a mi izquierda, asoma,
¡ay!, un hermoso Niño recostado en su sonrisa divina,
entre pajas ajenas… Y en el río de plata
se refleja al mismo tiempo
la sonrisa de Manuel, llena de esperanza.
 
Navidad aunque siga sonando en el vacío,
es Navidad, hermano mío, Manuel.
¡Siempre, siempre  es  Navidad!



 

domingo, 15 de octubre de 2023

ME TENÉIS FRITO

 


No me asiste la pasión por la política, pero no oculto mi sentimiento de  responsabilidad ciudadana. Como oriundo de la “piel de toro”, sufro esa crisis generalizada en la que nos han metido ciertos políticos acomodados en la “bancada”,  sin generosidad de miras, con mezquindad soterrada...

¿Exagero? Yo viví la Transición en comunión con la inmensa mayoría de españoles y, por suerte del destino, presencié y acompañé el aplauso generalizado de franceses y de  inmigrantes españoles a los aires nuevos  que rezumaba nuestra  recién estrenada Monarquía Parlamentaria. Felizmente.  Hoy, sin embargo,  vivo perplejo ante el desatino  político de “otras bancadas” que, aun cobrando sus nóminas del erario público español, pretenden rajar nuestra piel nacional.

La política, sin duda, es una de las vocaciones más dignas del panorama profesional, cuando contempla testimonialmente los intereses de los gobernados. En esa coyuntura,  no devenimos simples súbditos, sino  “aliados” de los valores propios de una soberanía que descansa en el pueblo. 

Me tenéis frito… Fue la expresión  de mi amigo peluquero Joaquín, hombre de gran cultura,   en una de nuestras conversaciones sobre los dislates que corren por la geografía de una España, casi en peligro de verse troceada en su dignidad soberana. Gente con autoridad moral, entre ella Felipe González y  Alfonso Guerra, ha afirmado con rotunda claridad que los postulados exigentes del prófugo catalán  no tiene cabida en nuestra Constitución.   Son, por demás, escaramuzas que intentan librar, junto a él, algunos gurús de la política, guarreando  la legitimidad de sus propios sueldos. ¡Para tenernos fritos a todos!

La trivialidad de esa cierta clase política se manifiesta en los “culebrones” que, a través de la televisión, estamos castigados a aguantar de políticos continuamente enzarzados en plañideros debates donde la buena educación brilla por su ausencia.  ¡Dramático el dibujo que diseñan, como trágico es el ejemplo que dan a las jóvenes generaciones!  La bandera del respeto a una Constitución que “sangró” consenso en su día entre políticos de ideologías bien distantes, -¡todo un orgullo de aquel entonces!-, hace tiempo ha sido arriada... Es, pues, urgente recuperar la complicidad testimonial  de 1978 y un feliz diálogo parlamentario frente a la amenaza al Estado de Derecho y su explícito chantaje a nuestro ordenamiento jurídico.

Cuando miro la palestra donde se generó la Constitución, a pesar de las diferencias ideológicas de sus autores demócratas,  dan ganas de llorar,  si no de salir a la calle para cegar la entrada al hemiciclo de la mentira política y de los insultos: ¡degradación política  y descomposición  subrepticia del clima de convivencia! Es el vodevil inmoral interpretado por quienes hoy con más fuerza  que nunca jalean  delirio ideológico, tratando de blanquear sin escrúpulo  lo que en tantas ocasiones han recogido las hemerotecas nacionales. Mirando al “tendido”, da la impresión que incumplir la ley es tener patente de corso. No. En nuestra España plural no cabe, digámoslo sin eufemismo, el cainismo que pretende dominar la vida política. El tsunami ideológico de formato híbrido de cara a “soluciones democráticas para Cataluña”  es una falta de sensatez política que delata el alto precio a pagar a los enemigos de la unidad hispánica.  La rutina verborreica, carente de  verdad y de rigor, no puede ser el epicentro de la convivencia nacional. Y menos, cuando a un derecho constitucional de libertad de manifestación  se le denomina “rebelión”.  España no se merece el desprestigio que está sufriendo en la opinión pública extranjera. ¿Habrá que acudir a nuestro Quijote, para asumir el  sentido común y la  ecuanimidad del “escudero gobernador” frente a una nobleza sin escrúpulos?  Por  las esquinas del ruedo  público se oye que PSOE y PP tienen el deber democrático de pactar acuerdos para evitar todos los despropósitos de los partidos anticonstitucionales…

Señores políticos, tal vez yo sea uno de tantos españolitos ingenuos, pero es que “me tenéis frito”.

domingo, 10 de septiembre de 2023

SANDRA O EL ARTE DE SER


 

Ya suenan los toques de retreta para las muchas fiestas populares que llenan nuestras geografías. Esas fiestas que durante días han humanizado a los pueblos con su bullicio en las calles, sus verbenas, sus competiciones deportivas, las amenas ofertas en los tenderetes de inmigrados, las delicias de los niños en los “tiovivos”, los fuegos artificiales… ¡Un derroche de alegría!  Y es que las fiestas son fascinación, días y noches de complicidades.  Todo  un fenómeno “marginal” de la vida cotidiana no como sustitución, sino como complemento de lo cotidiano, como antibiótico de la monotonía… Un pueblo no puede pasar sin sus fiestas: trabajar y festejar forman el binomio de la vida humana. Es la cultura de la fiesta de la que habla Odo Marquart, en La fiesta. “El hombre es  un ser festejante”, escribía en 1993. Pues bien, así lo ha vivido hace tan solo unos días Beas de Granada: un reto tanto estético como social, casi una “liturgia secular” con marchamo histórico en su pregón.

Un pregón que este año ha tenido una de las mejores  rúbricas de su historia en la persona de Sandra Pastrana.  Nacida en Granada, su vida se fue tejiendo  en el seno de los “matrucas y pintaos” de Beas de Granada, hoy vive en Roma junto a sus amores Alessandro Liberatore, su esposo, tenor de amplísimo curriculum,  y su joya de unos meses, Donatello.  Sandra aletea como brillante ganadora de numerosos concursos internacionales de canto. Intérprete  bajo la batuta de grandes directores y en prestigiosos teatros líricos y con una rica discografía en su haber. Musa divina interpretando obras de  Wagner, Albéniz, Ravel, Rossini, Janáček, Puccini,  Montsalbatge, Mozart, Bizet, Falla… y tantos otros, ha triunfado en el Auditorio Nacional de Madrid con el Réquiem de Verdi.  Y, últimamente,  ha grabado con la orquesta de RTVE, “El barberillo de Lavapiés” de Asenjo Barbieri.  Próximamente, en el Teatro Real de Madrid, interpretará Rigoletto de Verdi , así como diversos recitales a lo largo de la geografía española. 

Su molde  artístico que cabalga triunfalmente gracias a esa voz de graves llenos de musicalidad y sublime afinación, ha trascendido al convertirse en pregonera de las fiestas de Beas de Granada. Su pregón resonó con gracia e  ingenio, con ese aire inequívoco de quien ha vivido gran parte de su niñez a la sombra de la majestuosa imagen del “fraile”, prodigio  de la naturaleza. Un entretenido  pregón que cumplió a la perfección recordando y festejando los valores del pueblo...  Insumisa como valiente en su “démarrage” pregonero, cautivó nuestra atención cuando alzó su voz de indiscutible mezzo en compló con el juego seductor de su mirada puesta en escena para invitarnos a subir virtualmente al escenario. Todo un frescor de alegría jalonaba la abarrotada Plaza Alta,  en medio de una noche inmensamente cálida. Supo tejer empatía y solidaridad. Y así, ejerció de “sacerdotisa” predicando y exaltando  el desarrollo social y folklórico del pueblo. Al mismo tiempo que  profesó de “maestra”, haciendo del pregón el  arte de saber contar anécdotas y chascarrillos, con la autoridad de saberse carta de naturaleza entre sus familiares y amigos beatos. Graciosa y pícara, presa de encanto y tradición, sintiéndose en “la mejor platea de sus actuaciones”, hizo guiños a la gastronomía y, en concreto, al vino de Beas, elogió la Peña Flamenca, se detuvo en la idiosincrasia de un pueblo “trabajador, acogedor y solidario”… Recordó con emoción a su iglesia parroquial de la Inmaculada del siglo XVI y -¿cómo no?- su sentimiento de pertenencia lo enmarcó con una evocación sumamente singular a sus abuelos Manolo y Encarna.

Se despidió a lo grande, como no podía ser de otra manera, interpretando la romanza “De España vengo” de Pablo Luna. Pero el broche final,  el zenit del pregón lo inmortalizó bajo las notas de Agustín Lara cantando  “Granada”, con una voz que ha alcanzado la redondez en el registro de mezzo: ¡momento espléndido! Si la sencillez era una meta para Picasso, de Sandra podemos decir que vivir con sencillez la gloria de los escenarios ha sido siempre su meta… ¡El arte de ser!                

viernes, 26 de mayo de 2023

TAREA URGENTE

    Hace días, con motivo del homenaje que me rindieron mis amigos de Huétor Santillán, me convencí de que la amistad sincera es un don divinamente apreciado al que nunca hemos de renunciar. Mis palabras, habiendo oído a mis conciudadanos, han viajado hasta mi alma, sancionando mi devoción al agradecimiento y mi deber a la lealtad. Una vez más, he sentido la llamada a ejercer ésta ante una ciudadanía hueteña extraordinariamente empática. 
    Lealtad, sí. En el reino animal subyace el paradigma de la lealtad. En la Web de la revista National Geographic encontramos preciosos reportajes del comportamiento virtuoso de los animales. ¿Quién no ha gozado de la “lealtad” de nuestras mascotas?: esa respuesta siempre fiel de Nala ante las “perrerías” que le hacen mis pequeños nietos. Del mismo modo, la historia humana está plagada testimonialmente de gente leal capaz de hacer inmortal la dignidad de las personas. 
    En los recodos de la literatura cervantina asoma tal virtud. Para el Príncipe de los Ingenios, esa lealtad entre don Quijote y Sancho Panza es auténtica “devoción” fundada en la amistad más sólida. El escudero leal, sin dar tregua a pensárselo, decidía siempre apoyar a su señor en todos los avatares, inclusive arriesgando su propia vida (cf. Primera parte, Cap 15). 
La lealtad es una exigencia divina (cf. Jos 24:14-28). Lejos de ser alienante es liberadora. El amigo leal no tiene precio, dice la Biblia, no hay peso que mida su valor, mientras que la deslealtad es corrupción, camino de la discordia (cf. Eclo 6:1-17). Jesús de Nazaret fue leal. Recordamos a Zaqueo (cf. Lc 19:1-10) con quien se autoinvita a comer; a la mujer samaritana (cf. Jn, 4: 1-26), acogiéndola en sus debilidades humanas; a Lázaro (cf. Jn: 11, 1-44), a quien le vuelve la vida…y así hasta sellar su lealtad al Padre con su testimonio martirial (cf. Jn: 18 y 19). 
    Es doloroso, sin embargo, el espectáculo desleal incrustado en la historia humana de ayer y de hoy, empezando por Caín y Abel (cf. Gn: 4), o yendo a la historia de Roma con la traición de Bruto a Julio César quien al verlo entre los conspiradores de su muerte, hubo de exclamar: “¿También tú, hijo mío?”… ¡Tantos espectáculos desleales en el correr del tiempo! Deslealtad (¡y hasta grosería!) tal como, por veces, se respira en las Cámaras de nuestra democracia, así como las desleales apropiaciones indebidas (por decirlo finamente) de no pocos representantes políticos. Y no hablemos del contenido de sus mítines, los de anteayer y los de ayer y los de hoy, con sus promesas electorales usureras. 
    Desgraciadamente, tampoco podemos cerrar los ojos ante la evidencia desleal, inmoral, en la historia de la Iglesia: la plaga de la pedofilia clerical, las intrigas vaticanas contra Francisco, el Papa-profeta leal al aggiornamento de la Iglesia y aún ciertos comportamientos pastorales de clérigos que se quedan en la “religión”, desnudos del testimonio evangélico. Sin embargo, sería una falsedad por mi parte silenciar la ejemplaridad de una inmensa parte de la Iglesia, que, con indiscutible gozosa valentía, se bate el cobre por el Evangelio, desde los albores del cristianismo hasta nuestros días… 
     La deslealtad es un vacío existencial que corroe nuestro mundo, ubicándolo en las coordenadas del hedonismo, el utilitarismo, la insolidaridad, la hipocresía… contra toda esencia ética. La falta de lealtad arruina la sociedad. Sin embargo, cualquier tiempo es favorable para volver “a lo esencial” y deshacerse de la máscara que llevamos incrustada en nuestro “ego”, producto de la cual vemos los millones de personas carentes de dignos servicios de salud, millones de desempleados, millones que no tienen nombre ni techo, millones de niños que solo cuentan por las balas que los matan, millones de almas nómadas escarbando en basureros, millones de deportados, de sufridores de guerras absurdas… ¡Productos todos de deslealtades infinitas! “Donde hay lealtad, las armas no sirven” aparece en la palestra de frases inmortales de Paulo Coelho. Pero, ojo, también los talibanes interpretan la lealtad a su dogma islámico, imponiendo su versión radical de la “sharía”¬, con desprecio absoluto a los derechos humanos más fundamentales. O la anécdota que sufrí sentado en la marquesina donde yo esperaba el bus 4: un tal hablaba por móvil. Me sorprendió sobre manera aquella frase suya que memoricé tristemente. Dijo: “Eso ni se te ocurra, tú te debes al partido”. ¡Como para someterlo a una psicometría de la libertad y la coherencia, lejos de toda distopía, el anverso de la utopía cuando ésta pisa tierra! La lealtad sólo se cotiza desde tales parámetros y más en los periodos democráticos electorales.
    Recordamos al rey Salomón: “De mucha gente se dice que son buenos, pero ¿quién hallará a un hombre fiel?” (Prov. 20: 6). El amigo fiel seduce y contagia, siempre que su lealtad se construya sobre la base de un humanismo tolerante. ¿Llegará ese momento en que la tolerancia sea la génesis de la lealtad? Es nuestra esperanza. Tomo nota de Roger Garaudy quien se postulaba sobre la esperanza diciendo que el hombre es una tarea a realizar (cf. “Parole d’homme”, 1975, pag. 238). Es, pues, tarea urgente tomar conciencia de ello.